Acaban de colgar una foto en face de cuando tenía 5: moños, piernas gordas, minifalda, engreída de papá, manejaba bicicleta en cuatro ruedas, peinaba muñecas, leía Archi, tenía dos perros, jugaba en la calle y peleaba con mis hermanos.
Fotografiar mi vida hoy, sería algo así como: mamá, entreno con dos (Dori y Luna), lucho por jugarle a la vida más de una pasada, a no quemar el arroz y a no olvidar mi agenda propia. Suena fácil ¿verdad? Pues no te la creas.
Entrenar con Dori y Luna es un repaso a mi niñez, un columpiar mis hazañas y frustraciones y saber que tengo alma de niña. Que la conquista de la vida es simplemente invisible a los ojos, que ser madre es de titanes.
Si se detienen conmigo, ahora mismo estoy abriendo un paréntesis en mi historia y dando espacio a esta pasión por escribir al punto de espiarme sin piedad. Lo cierto es que, aquí ustedes verán a la que conocen y no se esconde, pero sobre todo, a la que busca no perder -ni por asomo- su capacidad de asombro.
Que sencillo fue el acto de colgar la foto en la red y esperar comentarios y comentarios. No tan fácil el acto de provocar todas esas emociones que nos retratan y llaman a recordar. Menos aún, el primer plano de nuestras luchas personales marcadas en el calendario, aquí mismo, en el segundo que corre.
Regreso a la foto y veo a mis hermanos, 1974, cuadra cuatro de la Avenida Pacífico y sus rostros cargados de inocencia, con un montón de ganas de crecer y creer en un mundo mejor. Dos compañeros de risas, juegos y sueños. Dos chiquillos que pese a todo eran mis incondicionales. Éramos tres despreocupados de la vida.
Mis hermanos...éramos un equipo. Ahora soy capitán de mi equipo. El manual de instrucciones lo perdí conscientemente y hoy lo escribo en borrador.
continuará...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Como que continuará.......no puedo esperar mucho tiempo. Sigue y no dejes de escribir nunca.
Mil besos
A decir verdad, hay un cierto "pánico escénico" pero uds. me alientan.
Publicar un comentario